La presidenta Cristina Fernández de Kirchner pidió en Washington "dejar de lado la pirotecnia verbal" y "actuar con mucha racionalidad y inteligencia" en el caso del derrocado presidente hondureño Manuel Zelaya, luego de que la Organización de Estados Americanos (OEA) suspendiera por unanimidad la membresía del país centroamericano.
"Me parece que el ejercicio que tenemos que hacer todos es dejar de lado la pirotecnia verbal", sostuvo la mandataria, quien ponderó la actitud tomada por su par estadounidense Barack Obama en la condena al golpe de Estado que hace una semana destituyó a Zelaya.
Por lo tanto, dijo que hay que "actuar con mucha racionalidad e inteligencia y también ver qué cosas hay detrás de todo esto".
La Presidenta no viajará a Honduras para acompañar a Zelaya en el retorno a su país, previsto para hoy, aunque el gobierno interino de Honduras anunció que prohibió el aterrizaje del avión que lo transporte.
En declaraciones a la prensa realizadas anoche después de la asamblea general extraordinaria de la OEA, Fernández de Kirchner afirmó no recordar "una manifestación tan clara como la que tuvo el presidente Obama" en respaldo al jefe de Estado destituido por las fuerzas militares.
"Uno tiene que tener la suficiente percepción e inteligencia de advertir que no solamente sea un golpe contra el presidente Zelaya, o un golpe contra la democracia en Honduras, sino también un golpe contra una forma diferente de hacer política en América", indicó.
En ese sentido, añadió: "No me gustan las visiones conspirativas de la historia, pero es muy curioso que después de todos estos acontecimientos, después de un cambio de la administración en su relación con América Latina, sucedan cosas como éstas".
Remarcó que "tenemos que ser todos muy cuidadosos y construir con mucha racionalidad e inteligencia para evitar que cuestiones de esta naturaleza distorsionen el camino".
"Por eso creo que es importante la presencia del titular de la OEA junto al presidente Zelaya para evitar la manipulación de la información, para evitar colocar etiquetas", acotó.
La Presidenta consideró que "éste no es un problema de ideología sino de respeto hacia la democracia, donde los organismo multilaterales como la OEA son los que tienen que garantizar que las normas sean cumplidas".
