La Iglesia católica de El Salvador dijo hoy que respeta el pronunciamiento de los obispos de Honduras sobre la situación política tras el derrocamiento del presidente Manuel Zelaya, y llamó a orar por el bien de ese país.
"Estamos orando por la situación política de Honduras y aprovecho para hacer un llamado a todos los salvadoreños que nos unamos en oración pidiendo a Dios por el bien de Honduras", declaró el obispo de San Salvador, Luis Escobar Alas, en una rueda de prensa.
Lamentó "profundamente" los graves acontecimientos que han tenido lugar en Honduras, a la vez que pidió cuidar y fortalecer los procesos democráticos en Centroamérica, por considerar que son "jóvenes y débiles".
Sobre la declaración de la Iglesia católica de Honduras, que este sábado se situó del lado del Gobierno que encabeza Roberto Micheletti tras el derrocamiento a manos de los militares de Zelaya, Escobar Alas manifestó que respeta esa postura.
Confesó, sin embargo, que desconoce las leyes de Honduras y que sigue a través de los medios de comunicación los acontecimientos, por lo que declinó referirse puntualmente a la posición de los jerarcas católicos en ese país.
"No es propiamente solidarizarme en cada palabra (...) o en cada posición de ellos, sino, más allá de eso, se trata de una unión eclesial", agregó el arzobispo en sus declaraciones tras la misa dominical.
"Mi solidaridad con ellos (los obispos) va más allá del problema. Estamos unidos porque somos una misma Iglesia, porque tenemos los mismos principios, el mismo interés y la misma fe y yo estoy seguro de que ellos quieren lo mejor para su pueblo", agregó.
Declinó, de igual forma, referirse a la petición que el cardenal de Honduras, Óscar Andrés Rodríguez, le hizo a Zelaya de no regresar porque ello "podría desatar un baño de sangre".
"Nosotros no tenemos fuerza coercitiva, no somos una institución jurídica ni muchos menos. Entonces, yo no me siento con autoridad para decirle al presidente qué es lo que haga o lo que no haga", explicó el arzobispo.
"Sólo puedo decir que como Iglesia estamos unidos, estamos en un mismo sentir y unidos en la oración también", agregó, al expresar respeto por el cardenal y los obispos hondureños que, según dijo, "son pastores y buscan el bien del pueblo".
A nombre del Episcopado de El Salvador, Escobar Alas aseguró que desean "vehementemente que en la sociedad hondureña se llegue pronto a una solución pacífica y beneficiosa para todos".
Zelaya fue destituido y expulsado de Honduras por los militares el domingo pasado, cuando se preveía la votación de una consulta que había convocado el mandatario depuesto con el objetivo de iniciar un proceso para reformar la Constitución.
La votación había sido declarada ilegal por distintas instancias, mientras que los detractores de Zelaya la consideraban una estrategia para volver a presentarse como candidato después de 2010, algo que impide actualmente la Carta Magna.