Obama gana a los puntos el primer debate televisado
Ambos aguantan el tipo en un enfrentamiento que se centró en la crisis y la guerra de Iraq y que no será decisivo de cara a la cita con las urnas
La escenografía del enfrentamiento estuvo en la línea habitual de los debates políticos estadounidenses. EFE
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Agencias Washington
Como suele ocurrir en citas que generan tanta expectación, el primer debate televisivo entre los candidatos demócrata y republicano a la Casa Blanca, Barack Obama y John McCain, no deparó grandes sorpresas.
La cita, que estuvo en el aire hasta el último minuto debido a las reticencias de McCain, que intentó escaquearse con el argumento de que la falta de acuerdo sobre el plan de rescate financiero propuesto por el presidente Bush no propiciaba un ambiente favorable a un encuentro de tales características, se celebró finalmente con la crisis económica y la política exterior erigidas en grandes protagonistas.
Al margen de lo previsible, puesto que ninguno de los dos aspirantes planteó sustanciales novedades, lo cierto es que los primeros sondeos dieron como ganador a los puntos al senador afroamericano.
Según un sondeo de la cadena de televisión CNN, un 51 por ciento de los espectadores indicó que Obama se desenvolvió mucho mejor en el careo que tuvo lugar la madrugada del viernes al sábado en la universidad de Mississippi, mientras que un 38 por ciento dio a McCain como ganador.
Por su parte, la prospección realizada por la NBC, otro gigante televisivo de EEUU, otorgo a Obama una aprobación del 52 por ciento, frente a un 33 por ciento conseguido por el senador por Arizona. Solo un 6 por ciento opinaron que el encuentro había terminado en empate.
En lo que se refiere a los medios más conservadores, los asesores de la cadena Fox News indicaron que el debate no había conseguido arrojar un resultado claro, pero puntualizaron que McCain había logrado convencer mejor cuando la conversación derivó hacia el terreno de la política exterior estadounidense, mientras que Obama se mostró “más detallado” en muchos de las cuestiones abordadas y “calentó motores” conforme se aproximaba el final del encuentro. Más allá de las opiniones, el demócrata, que reiteró su mensaje de “cambio” y centró sus esfuerzos en culpar de la crisis a la actual Administración, aseguró que cualquier plan de rescate a la banca debe ser supervisado de cerca por el Congreso y, como única condición para que se lleve a cabo, planteó que el dinero de los contribuyentes debe regresar a ellos en algún momento, y que ni un solo dólar acabe en los bolsillos a los ejecutivos de la banca a la que se auxiliará.