CERCA DE TSJINVAL, Georgia.- Rusia y Georgia continuaron ayer su marcha a una guerra más extensa, en tanto que Moscú envió tanques a la provincia separatista de Osetia del Sur y uno de sus aviones bombardeó un pueblo de Georgia, agravando un conflicto que ya ha costado la vida de cientos de personas. El riesgo de que el conflicto se convierta en una guerra de mayor alcance aumentó ayer cuando los separatistas de la región de Abkhazia, también respaldados por Rusia, atacaron con artillería y aeronaves a las fuerzas georgianas. El ministro de Relaciones Exteriores de Georgia afirmó que el país se encontraba en “un estado de guerra”, y acusó a Rusia de comenzar una “agresión militar masiva”. El parlamento georgiano aprobó un estado de ley marcial, movilizando a sus reservas y forzando la marcha de las autoridades gubernamentales. El presidente ruso, Dimitry Medvedev, informó que Moscú envió fuerzas a Osetia del Sur para obligar a Georgia a un cese al fuego y evitar que retome el control de la provincia separatista. Vladimir Putin, primer ministro ruso, declaró que Georgia cometía un “genocidio” y afirmó que los georgianos habían cedido en términos efectivos el derecho para gobernar, dejando entrever que su país podría intentar cumplir el deseo de los habitantes de Osetia del Sur para anexarse a Rusia. Mijail Saakashvili, presidente de Georgia, calificó a los ataques “como una invasión rusa brutal sin provocación”. “Se trata de una aniquilación de la democracia de sus hermanos”, dijo Saakashvili a la BBC. “Nosotros no podemos luchar contra Rusia por nuestra cuenta. Queremos un cese al fuego inmediato, un algo inmediato a las hostilidades, la separación de Rusia y Georgia y la mediación internacional”. La oficina de Medvedev señaló la tarde del sábado que hasta el momento, Rusia no había recibido ninguna propuesta de alto al fuego por parte de Georgia. Georgia, un aliado de Estados Unidos, lanzó el viernes una gran ofensiva para recuperar el control de Osetia del Sur. Rusia, que cuenta con vínculos estrechos con la provincia separatista y tiene allí soldados del cuerpo de paz, respondió enviando tanques, vehículos blindados de transporte de personal, y aviones de combate. El ministro de Relaciones Exteriores de Rusia, Sergey Lavrov, informó a periodistas en Moscú que unas 1.500 personas han muerto en la violencia, y que la cifra de víctimas continuaba subiendo el sábado. La cifra no pudo ser confirmada por fuentes independientes, pero testigos que huyeron de los enfrentamientos dijeron que cientos de civiles habrían muerto. Señalaron que la mayor parte de Tsjinval, la capital provincial, se hallaba en ruinas, y regada de cadáveres. El bombardeo aéreo y de artillería dejó a la capital provincial sin agua, alimentos, electricidad o gas. Civiles aterrorizados salieron de sótanos rumbo a la calle en busca de comida, cuando la lucha menguó. El general ruso Vladimir Boldyrev dijo el sábado en declaraciones por televisión que los soldados de su país habían desalojado a las tropas georgianas de la capital provincial. Testigos confirmaron que los soldados georgianos habían desaparecido de las calles. Aviones de combate rusos también atacaron el sábado la ciudad georgiana de Gori. Un periodista de The Associated Press que visitó Gori poco después de los bombardeos vio varios edificios de apartamentos en ruinas, algunos todavía ardiendo, y decenas de cadáveres y de civiles ensangrentados. Entre las víctimas había ancianos, mujeres y niños. El secretario del Consejo de Seguridad georgiano, Alexander Lomaia, dijo que la propuesta del presidente incluye el retiro de las fuerzas georgianas de Tsjinval, la capital de Osetia del Sur, las que dejarán de responder a la artillería rusa. Es el brote de hostilidades más grave desde que la provincia obtuvo su independencia de facto en una guerra contra Georgia que finalizó en 1992. Probablemente el enfrentamiento acrecentará las tensiones entre Moscú y Washington, que según el ministro Lavrov, debe aceptar parte de la culpa por armar y entrenar a los soldados georgianos. Moscú ha dicho que lanzó su ataque a fin de proteger a sus soldados del cuerpo de paz y a civiles en Osetia del Sur, la mayoría de los cuales han recibido pasaportes rusos. Los osetios viven en Osetia del Sur y en la provincia rusa vecina de Osetia del Norte. El embajador ruso ante la Organización del Tratado del Atlántico Norte, Dmitry Rogozin, dijo en Bruselas que su país no está en guerra. “Nuestras acciones están limitadas por el tiempo, por la región, y por el propósito”, señaló. “En nuestra opinión la OTAN no está involucrada en el conflicto”, añadió. Luego acusó a Saakashvili de intentar “internacionalizar” el conflicto. Entre tanto, el primer ministro de Rusia, el ex presidente Vladimir Putin, viajó a una región vecina a Osetia del Sur, según medios de prensa rusos. Putin debe presidir una reunión en Vladikavkaz, capital provincial de la región de Osetia del Norte, fronteriza con Osetia del Sur, para coordinar la ayuda a los refugiados que huyeron del sur a raíz de los combates. | |
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sábado, 9 de agosto de 2008
Aviones atacan áreas de República Georgia
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Fuente: ABC.es