La tormenta tropical Fay atravesó la isla de Cuba de sur a norte, con mucho ruido y pocas nueces. Dejó precipitaciones, desbordamientos de algunos ríos, miles de evacuados, árboles caídos, y cortes de carreteras, de energía y de telecomunicaciones, pero, gracias a las medidas preventivas, no causó grandes estragos y ayer el país volvía progresivamente a la normalidad.
Ya sobre las aguas cálidas del estrecho de la Florida podría alcanzar la categoría de huracán antes de llegar a la costa sur de Estados Unidos. Sin embargo, en Haití al menos treinta personas morían el domingo cuando viajaban en un autobús que intentó atravesar un río desbordado por las lluvias del ciclón.
El sexto ciclón de la temporada azotó desde el viernes a República Dominicana y Haití, donde hubo cinco muertos y dos desaparecidos. No obstante, el diputado Arcluche Louis-Juene informó ayer de que un vehículo con 43 pasajeros fue arrastrado por las aguas cuando el chófer intentó cruzar el Riviere Glace, en el sur de Haití. «Sólo se han encontrado 13 personas», afirmó el representante legislativo de la provincia de Grand Anse, donde ocurrió el accidente.
Mientras tanto, la defensa civil cubana decretó el regreso a la normalidad en todas las provincias del país. El jefe de pronósticos del Instituto de Meteorología, José Rubiera, sintetizó: «Sus consecuencias han sido pocas. Las lluvias, que han sido beneficiosas, irán disminuyendo gradualmente».
Las autoridades advirtieron sobre la necesidad de vigilar las precipitaciones en las zonas montañosas -por la posibilidad de causar derrumbes y deslizamientos de tierra-, así como en las costas por si ocurren inundaciones. Todo ello para prever imprudencias como la que costó la vida a los haitianos.
El paso del 'Fay', muy cerca de la costa sur de la isla con vientos de 85 kilómetros por hora, puso en marcha un operativo de la defensa civil que sistemáticamente evacua todas las zonas de riesgo, incluidos los turistas extranjeros, y protege cabezas de ganado y bienes estatales.
La mayor parte de los evacuados que permanecieron con familiares y amigos o en albergues estatales pudieron regresar ayer a sus hogares.