CARACAS, feb 15 . - Para Hugo Chávez fue insuficiente una polémica década en el poder para implantar su modelo socialista en Venezuela. Ahora tiene el camino abierto para sumar otros 10 años con su particular estilo de gobernar.
Y es que la avasallante presencia mediática del mandatario rindió frutos el domingo al conseguir que una mayoría de venezolanos aprobara una enmienda constitucional que le permite volver a postularse en los comicios del 2012.
La polarización en torno a la figura del militar retirado, que salió del anonimato con la frase "por ahora" tras un fallido golpe de Estado en 1992, mantiene al país en continuo debate en torno al "socialismo del siglo XXI" prometido por Chávez para acabar con la pobreza y la desigualdad social.
Analistas atribuyen al estilo coloquial del mandatario, oriundo de la rural Sabaneta de Barinas y de origen humilde, la estrecha conexión lograda con los sectores más empobrecidos, que lo ven como un camino a una esperanza luego de años de abandono por parte de gobiernos socialdemócratas.
Chávez puede pasar largas horas en discursos, actos públicos e intervenciones televisivas de toda índole para explicar, con ayuda de mapas o dibujando gráficas, desde el lanzamiento del primer satélite venezolano hasta un imprevisto problema digestivo.
Incluso, ordena a veces transmisiones conjuntas de radio y televisión que obligan a todos los medios a transmitir en vivo sus actos de Gobierno, desatando el fervor de sus partidarios y duras críticas de sus detractores.
Pero una nueva reelección del multifacético líder en el 2012 pudiera estar amenazada por el impacto de la crisis económica mundial, que ya ha disminuido los ingresos petroleros de la nación que podría llevarlo a tomar medidas impopulares.
La situación podría golpear la amplia popularidad que mantiene Chávez, sustentada en los diversos programas sociales que ha creado en áreas de educación, salud y vivienda.
Sin embargo, el Gobierno ha insistido en que "el pueblo" no será afectado por la crisis y que no se adoptarán medidas de corte neoliberal para enfrentarla.
Por su parte, la oposición considera insostenibles algunos de estos programas y denuncia que el gobernante los usa para comprar voluntades para avanzar en su intento de concentrar todos los poderes y perpetuarse en el poder.
SOBREVIVIENTE
Desde el inicio de su Gobierno, el declarado amante de la matemática se ha convertido en protagonista único de la escena política venezolana, reservándose siempre "la última palabra" para todos los asuntos que considera relevantes para el país.
Además cuenta con una vasta red de medios estatales que siguen todas y cada una de sus actividades, lo que sus adversarios califican de abuso de poder.
Y pese a la derrota electoral del 2007, cuando fracasó en su intento de aprobar una amplia reforma constitucional que ya contemplaba la "reelección continua", el robusto izquierdista ha logrado en muchas ocasiones revertir la adversidad para salir victorioso.
A lo largo de su presidencia sobrevivió a un breve golpe de Estado en el 2002, a una desgarradora huelga general de dos meses que culminó a inicios del 2003 y a un referendo revocatorio promovido por sus adversarios para intentar sacarlo del poder en el 2004.
Aunque perdió su halo de invulnerabilidad con la derrota del 2007 y la oposición ganó algunas entidades importantes en las elecciones regionales de noviembre pasado, con el triunfo del domingo Chávez toma un nuevo aire para seguir profundizando su "revolución".
"Por ahora", el declarado fanático del café continuará entre chistes y anécdotas biográficas durante sus alocuciones allanando el camino para que su "pueblo" decida otra vez en el 2012 si seguirá capitaneando al país para completar su anhelada década más.
