Los senadores Byron Dorgan (demócrata de Dakota del Norte) y Michael Enzi (republicano de Wyoming) unieron ayer sus fuerzas, convencidos de que el aumento de visitantes favorecerá la democracia y el avance de los derechos humanos en la isla, sin olvidar los beneficios que esperan obtener los grupos empresariales y agrícolas estadounidenses.
El proyecto cuenta con el respaldo del senador demócrata Christopher Dodd y del senador republicano Richard Lugar, que consideran que el embargo unilateral de EE UU ha sido un fracaso. "Ha fallado en su objetivo de llevar la democracia al pueblo cubano y ha sido usado por las autoridades cubanas como un pretexto para exigir más sacrificios a su pueblo", afirmó Lugar. Dorgan recordó por su parte la incongruencia de que los estadounidenses puedan viajar a China y Vietnam y no a Cuba.
Pero no todos desean el fin de las restricciones, y el Congreso ha vivido fuertes tensiones con senadores de origen cubano, como el demócrata Bob Menéndez (Nueva Jersey), opuestos al gesto: "El Gobierno cubano es simple y llanamente una dictadura brutal".