¿HABRÁ CAMBIOS EN LA ERA OBAMA?
¿SERÁ ÉSTE EL ROSTRO DEL CAMBIO?
Sin duda la aplastante victoria de Barak Obama (primer presidente de color de EE. UU.), es un gran paso hacia la apertura, tolerancia e inclusión de las minorías étnicas. Hasta hace algunas décadas este suceso era impensable y, aunque subsisten sectores cavernícolas que miden la valía de una persona por el color de su piel, la gran mayoría de norteamericanos ha decidido por el cambio.
Ahora la pregunta es: ¿de qué magnitud será este cambio? Veamos. En primer lugar, se trata del fin del periodo Bush, uno de los más nefastos, con un presidente y un entorno cegado por la ambición económica y el fanatismo religioso. En efecto, después de Vietnam, nunca antes se habían visto ataques e invasiones injustificadas – el caso de Iraq es paradigmático - a países con valiosos recursos y no sumisos a su política.
Ese será precisamente uno de los dos frentes donde Barak Obama intentará poner en práctica el tan esperado giro. Retirar las tropas norteamericanas será lo más sensato, para luego aplicar estrategias más efectivas e integrales. El otro frente es sin duda la recesión económica, cuyos efectos ya se extienden al mundo entero, por más que Alan García insista en nuestro "blindaje".
Precisamente, en este problema, a pesar de su agudeza, la cautela (iba a escribir tibieza) del electo presidente demócrata es elocuente. Ha obviado la responsabilidad de los inversionistas hipotecarios, "premiados" por Bush con el más grande "salvataje" de la historia. Al parecer los Rómulo León gringos han hecho su trabajo a la perfección y me temo que, incluso, habrá nuevas inyecciones de capital.
Esperar reformas estructurales, al menos en el corto plazo, es iluso. La política antimigratoria continuará y América Latina, a excepción de Colombia por el narcotráfico, aún no será prioridad para EE. UU. Los esfuerzos de la administración Obama, probablemente se orientarán a mejorar los servicios públicos: educación, salud, comunicaciones, etc.
Hay que tener presente que el gobierno, hace mucho tiempo es dominado por las grandes corporaciones, antes que por los políticos. Un desafío que pondrá a prueba el progresismo de Obama, será firmar el protocolo de Kyoto y enrumbar sus esfuerzos a luchar contra el calentamiento global. Este logro, por sí solo, será un gran avance en la política norteamericana
billy crisanto seminario