Sandra Avena (México)
Legislaturas van y legislaturas vienen, pero los principales problemas de México siguen siendo los mismos: la corrupción y la inseguridad. La sociedad no avanza y cada día México parece más alejado del sueño de país que todos queremos.
La inseguridad, hoy en día es un problema del que nadie puede escapar. Las cifras de delincuencia y criminalidad muestran un panorama cada día más generalizado.
La delincuencia y la violencia alcanzan niveles nunca antes vistos y esto no parece interesarle a muchos. Ahora no se puede ir a ningún lugar y sentirse totalmente seguros, el temor y la desconfianza va en aumento, al mismo tiempo que los crímenes.
Por otro lado, la corrupción cada día aumenta y se inmiscuye en esferas más y más poderosas. México es actualmente uno de los países en América Latina donde la percepción de corrupción es mayor, incluso por encima de otros latinoamericanos, como Uruguay, Costa Rica, Colombia, Cuba y Brasil.
La corrupción tiene un costo de alrededor del 10% del Producto interno del país al año, lo que sugiere que miles de millones se gastan en actos ilícitos. Ya no se puede confiar en las instituciones, menos en las encargadas de la seguridad pública, que muchas veces al verse amenazados por los delincuentes o por su bajo sueldo y falta de prestaciones, prefieren optar por actos de corrupción.
Es obligación de los gobiernos proveer de seguridad a los gobernados, por lo que es inminente una reforma estructural donde sociedad y gobierno trabajen conjuntamente para la eliminación de la corrupción dentro del sistema de seguridad pública, para así aspirar a tener un país más seguro y libre de delincuencia.
La inseguridad, hoy en día es un problema del que nadie puede escapar. Las cifras de delincuencia y criminalidad muestran un panorama cada día más generalizado.
La delincuencia y la violencia alcanzan niveles nunca antes vistos y esto no parece interesarle a muchos. Ahora no se puede ir a ningún lugar y sentirse totalmente seguros, el temor y la desconfianza va en aumento, al mismo tiempo que los crímenes.
Por otro lado, la corrupción cada día aumenta y se inmiscuye en esferas más y más poderosas. México es actualmente uno de los países en América Latina donde la percepción de corrupción es mayor, incluso por encima de otros latinoamericanos, como Uruguay, Costa Rica, Colombia, Cuba y Brasil.
La corrupción tiene un costo de alrededor del 10% del Producto interno del país al año, lo que sugiere que miles de millones se gastan en actos ilícitos. Ya no se puede confiar en las instituciones, menos en las encargadas de la seguridad pública, que muchas veces al verse amenazados por los delincuentes o por su bajo sueldo y falta de prestaciones, prefieren optar por actos de corrupción.
Es obligación de los gobiernos proveer de seguridad a los gobernados, por lo que es inminente una reforma estructural donde sociedad y gobierno trabajen conjuntamente para la eliminación de la corrupción dentro del sistema de seguridad pública, para así aspirar a tener un país más seguro y libre de delincuencia.